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OBJETIVOS QUE CUENTAN 4 HISTORIAS
Hay muchas formas de sentirse perdido en el mundo de la fotografía. Entre tantos conceptos, modelos de
cámaras, objetivos, marcas y palabrejas, incluso sorprende que alguien se
atreva a interesarse por este mundo caótico. Pero lo cierto es que así es,
porque todo lo que tiene de “complicado” lo tiene de fascinante, y puesto que
somos personas de retos, cuanto más complicado, casi mejor, más motivados
estamos.
Bien, uno de esos
momentos es indudablemente el momento de escoger nuestra primera cámara réflex.
Suele ser el que nos lleva de cabeza al empezar. Todas nos parecen
espectaculares pero no sabemos cuál es mejor, si vale la pena gastarse más o
menos, ni siquiera sabemos qué quieren decir la mayoría de características que
poseen.
Una vez hemos
investigado y nos hemos decidido por una, solemos comprarla en kit, es decir, con un objetivo zoom de determinada distancia focal
(18-55, 18-200, etcétera). Al principio nos parece una compra inmejorable. Sólo
al principio. En breve hemos aprendido los entresijos de nuestra réflex pero
desafortunadamente empezamos a ver que hay cosas que no nos cuadran. Nos falta
calidad, nos falta luz, nos falta ángulo o nos sobra… Quítate las manos de la
cabeza. No te equivocaste al comprar tu cámara, lo que debe mejorar es el
objetivo . Hasta la cámara más sencilla con un buen objetivo, te dará
resultados maravillosos. Eso sí, no vale “Uno para todos y todos para uno”. Cada objetivo tiene su función, y cada uno te dará los
mejores resultados en diferentes situaciones.
Un objetivo para retratos
Hay muchos términos que
quizá te espanten. Sobreexpuesto, desenfocado, trepidado, mal encuadrado… Bien, focal fija no debe contarse entre
ellos. Las focales fijas son aquellas que no tienen zoom. Es decir, aquellas en
las que no puedes variar la distancia focal. La que tienes es la que hay, y si
quieres tener esa persona más cerca, tienes que acercarla o acercarte tú.
Dentro de las focales
fijas para retrato, vamos a destacar el 50mm F/1:4, el rey de los objetivos. Veamos por qué se
merece tan ostentoso título
o Está diseñado para
trabajar perfectamente en esta focal, ningún zoom podrá superar nunca la
calidad de este objetivo fijo en su misma distancia focal.
o Es muy luminoso: tiene una gran
apertura (F/1:4) lo que te permitirá fotografiar en situaciones de poca luz con
buenos resultados.
o Mayor apertura significa
la posibilidad de jugar con una profundidad de campo muy pequeña (en su mayor apertura). Es
decir, puedes tener los ojos de tu modelo enfocados, mientras que el resto
queda fuera de foco.
o Es la focal que más se
asemeja al ojo humano. Lo que la
hace muy intuitiva.
o No crea distorsiones
ópticas; por eso es tan preciado a la hora de hacer retratos.
o Es una óptica discreta.
Y aunque te parezca que no, cuanto menos aparatoso se vea tu equipo, menos
nerviosa se pone la gente a la que fotografías
El 50mm nos habla de un
fotógrafo que no se conforma ni se esconde, que si quiere algo, se mueve para conseguirlo, que si
algo lo ve demasiado lejano, simplemente se acerca más. Nos habla de esfuerzo,
pero sobretodo, de grandes resultados como recompensa.
Un objetivo para paisajes
Cuando estamos ante un
paisaje, por regla general, nos interesa obtener el mayor ángulo o porción de
escena posible, puesto que buscamos la magnificencia de la naturaleza, su
grandiosidad; queremos mostrar y demostrar que hay paisajes capaces de
cortarnos la respiración.
Ahora bien, ¿Cómo
conseguimos plasmar esa grandiosidad? Pues con lo que llamamos un objetivo Gran Angular.
Un Gran angular equivale
aproximadamente a la distancia focal comprendida entre 16-24mm, siendo quizá el más habitual el 18mm
(muchas veces viene en el kit inicial de cualquier cámara, como 18-55, 18-200,
etcétera).
Como su mismo nombre
indica, el ángulo que abarca es amplio, por lo que permite encuadrar mayor
porción de escena. Por ello, es el objetivo estrella de los paisajistas y suele
ser parte de la receta de una buena fotografía de paisajes, aunque como
siempre, con otros ingredientes como una apertura pequeña (por ejemplo F/11) para obtener la mayor porción de paisaje
enfocado y por lo tanto añadir sensación de profundidad, un buen trípode para asegurar la nitidez
de la imagen (sin trepidaciones), una buena composición , etcétera.
.
Un gran angular es la
posibilidad hecha objetivo, de guardar, de almacenar la grandiosidad y la
esencia del paisaje que tenemos enfrente tal y como lo percibimos en el
instante en que imaginamos nuestra imagen y apretamos el obturador.
Será un fiel compañero
de viajes tanto para retratar ciudades como paisajes e incluso, por qué no,
personas un tanto irreales en lo que a sus proporciones cercanas al objetivo se
refiere.
Un teleobjetivo
¿Cuántas veces te has
quedado con las ganas de poder volar, de saber escalar, de poder sortear
cabezas o distancias imposibles para poder conseguir esa imagen que ves tan
claramente en tu cabeza pero a la que no llegas?
Bien sabiéndolo o sin
saberlo, cuando quejicoso implorabas, lo hacías al teleobjetivo.
Consideramos
teleobjetivo, aproximadamente a aquél que cubre una distancia focal comprendida
entre 80-100mm a 300mm. Muchos de los zooms que vienen en nuestro kit inicial
pueden llegar a cubrir hasta 200mm.
Se caracterizan por acercarnos a aquello a lo que por
el motivo que sea, no nos es posible acercarnos. Cuanta mayor es la focal, más
nos acercará a lo que queremos fotografiar. Son comunes en fotografía
deportiva, por ejemplo.
Otra característica del
teleobjetivo es que “aplana” la imagen; es decir, que elimina la profundidad de la escena
al juntar de forma evidente el fondo con lo fotografiado. Esto pudiera parecer
que convirtiera nuestra imagen en algo caótico (fondo y centro de interés mezclados),
pero por suerte, una mayor focal equivale a menor profundidad de campo disponible, por lo que aislar a tu sujeto de lo que le rodea, es
fácil de conseguir difuminando el fondo.
Un objetivo macro
La fotografía macro es
la fotografía de las pequeñas grandes cosas, de lo imposible, de lo diminuto
hecho gigante. Me atrevo a afirmar que cualquiera que la haya probado alguna
vez, queda enganchado a semejante maravilla.
Hay muchas formas de iniciarse en fotografía
macro,
tantas como presupuestos, pero sin duda la más sencilla es hacerse con un objetivo macro. Los tienes de
distintas focales, lo que en fotografía macro determina la distancia a la que
deberás colocarte para fotografiar a tu pequeño protagonista (menor distancia
focal más cerca, mayor distancia focal más lejos).
La macrofotografía tiene
la capacidad de aumentar aquello fotografiado en relación de 1:1. Es decir, si algo
ocupa dos centímetros en la vida real, también lo hará en tu sensor, y lo
visualices ahora mismo o no, esto se traduce en un gran aumento
La fotografía macro
habla de mundos imposibles, de fotógrafos pacientes, entusiastas y
perfeccionistas.
Cada momento tiene su
objetivo, cada imagen que planifiques en tu mente la conseguirás exclusivamente
con uno de ellos. Cada uno te ofrecerá posibilidades únicas, imágenes
irrepetibles y sólo aprendiendo a conocerlos, podrás exprimir todas
sus posibilidades.
No importa si no tienes
los mejores objetivos del mercado, lo importante es conocer cuáles son sus
posibilidades y exprimirlas al máximo. Sea con tu zoom del kit original o con
las mejores ópticas del mercado, si sabes usarlos adecuadamente, si aprendes a
pensar en cada momento qué distancia focal has escogido y porqué, y cómo puedo
sacar lo mejor de ella, entonces estarás muy muy cerca de ser el fotógrafo que
sueñas ser.
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