CÓMO
SUPERAR LAS LIMITACIONES DE TU CÁMARA RÉFLEX
Las cámaras de fotos,
por muy buenas que sean, tienen sus limitaciones y más cuando hablamos de
cámaras para aficionados y no máquinas profesionales. De esto te habrás dado
cuenta ya, y puede que en más de una ocasión este hecho haya conseguido frustrarte. Sin embargo, las
limitaciones muchas veces las ponemos nosotros mismos. Esto ocurre en la vida
en general. ¿Cuántas veces te has convencido de que no podías hacer algo?
¿Cuántas veces te has negado un sueño, un logro por ni siquiera intentarlo?
El ciego que lo “veía” todo
Si te cuento todo esto
es para que veas que las limitaciones se pueden superar. Siempre. De un modo u
otro, pero se puede. Con esfuerzo, con aprendizaje, con práctica, con
entusiasmo, con apoyo, con ayuda, con pasión. Pero se puede. Vale, me dirás que
un ciego no puede ver. Cierto, no puede ver con los ojos, pero puede ver con el
corazón, no puede leer con los ojos, pero sí con los dedos, no puede ver un
rostro pero sí sentirlo. A veces no podrás derribar un obstáculo, pero puedes
esquivarlo o saltarlo. Pero todo depende de ti, de que pongas el empeño, la
pasión, las ganas y sobre todo de que te lo creas, de que lo intentes, de que
pongas todo de tu parte para que esa limitación se convierta en una
oportunidad.
La limitaciones de tu cámara de fotos
Volviendo a lo terrenal
y al tema que nos ocupa que es la fotografía y las limitaciones de nuestra
cámara, te diré que igualmente puedes aplicar todo lo que te acabo de contar.
Antes de aparcar tu cámara o lanzarte como loco a comprarte el último modelo,
piensa bien si todas esas barreras que encuentras en tu cámara son realmente
tan insalvables o puedes “vivir con ellas” porque aprendes a superarlas de una
forma u otra.
Hoy te voy a poner
algunos ejemplos de obstáculos que te puedes encontrar con una réflex para
principiantes y cómo solucionarlos o salvarlos, ¿quieres acompañarme en este
ejercicio de superación? ¡Allá vamos!
1. Tus fotos
tienen ruido aun con un ISO bajo
La fotografía es luz. Otra cosa que no me cansaré de decir por
aquí, pero es una realidad. Una fotografía necesita luz, pero no sólo eso, es
que además la luz puede ser un elemento creativo de tu imagen. En muchas ocasiones tendemos a tirar de ISO cuando
las condiciones de luz no son las óptimas, y lo hacemos porque es una herramienta
más con la que contamos y claro, ¿por qué no usarla? Pero esto tiene un precio,
y es el ruido que aparece en ocasiones. Ahora pregunto, cuando subes el ISO ¿es
tu último recurso? ¿o al ver que había poca luz directamente has reajustado
este valor? Pues te diré que hay otras cosas que puedes hacer antes de tocar
este botón.
o Acercarte a una fuente
de luz. Podrá parecer una solución tonta, pero algunas veces con las prisas ni
lo pensamos. Lo más probable es que puedas acercarte a una ventana, o a otra
fuente de luz artificial si estás en interiores. Si esto no es posible tienes
otras opciones.
o Abre el diafragma al
máximo, es decir, pon el número “f” de tu cámara lo más bajo posible. De esta
forma entrará mucha más luz.
o Si es posible, aumenta
lo que puedas la velocidad de obturación.
Compensa
la exposición. En la imagen ves rodeado el exposímetro.o Utiliza un flash. A ser posible un flash externo, el de la cámara no suele ser de mucha ayuda, pero si te vale… ¡estupendo!
2. Tus fotos
salen muy oscuras
La apertura del
diafragma (o el número “f”) está limitada al objetivo que estés utilizando. Si
tu objetivo no es muy luminoso y no puedes abrir mucho el diafragma, puedes
recurrir a las alternativas que te comentaba en el punto anterior. Comienza con
una correcta exposición y
medición y deja para el final el
ajuste del valor ISO.
3. Tus fotos
salen movidas
Si utilizando la velocidad máxima de obturación tu imagen sigue
saliendo movida, puedes recurrir a los siguientes trucos:
o Si puedes, mejor utiliza
un trípode, de esta forma te aseguras la mayor estabilidad posible.
o Utiliza un disparador
remoto o en su defecto, utiliza el temporizador de la cámara, así evitarás cualquier
mínimo movimiento al disparar la cámara.
4. Tu cámara
no es “Full Frame”
Aquí voy a ser breve… ¿Necesitas de verdad una
cámara Réflex “Full Frame”? Tal vez te estés dejando
llevar por la moda, el marketing o por la inseguridad de que si no tienes “Full
Frame” no puedes hacer buenas fotos. El ojo de fotógrafo lo tienes tú, no la
cámara, la cámara sólo es la herramienta, el pincel del pintor, pero el pintor
eres tú. Se han hecho fotografías muy “grandes” a lo largo de la historia antes
de que existiera el “Full Frame”, ¿no crees?
5. Cuentas
con pocos puntos de enfoque
Habrás oído hablar de
que si una cámara tiene 39 puntos de enfoque, que si otra tiene veintitantos,
que si la otra 15, 9… Hay muchos modelos, gamas y “tontería”. Cuando hablo de
tontería hablo de pensar que más es más, y no siempre es así. A veces no es
tanto la cantidad como la calidad. No por tener más puntos de enfoque
necesariamente tu foto quedará mejor, es más importante que enfoquen bien y que
tú sepas utilizarlos. Pero si ni la calidad de tus puntos de enfoque ni la
cantidad te parecen suficientes, tal vez es porque has dejado que el modo
automático decida el enfoque. Pues este es el momento de que enfoques de modo manual. Si controlas tú el enfoque lograrás mejores
resultados en la mayoría de las ocasiones.
6. Tu cámara
tiene “pocos” megapíxeles
¿Tienes pensado hacer un
póster que ocupe todo el salón de tu casa? ¿O sacar el retrato de tu novia o tu
novio a tamaño natural para cuando esté fuera de casa no echarlo/a tanto de
menos? Si no es así, no te preocupes tanto por este numerito porque no es tan
importante. Los megapíxeles no le dan calidad a tu imagen, no te equivoques.
Para lo que sirven es para conservar la calidad a la hora de imprimir en papel
hasta un cierto tamaño. Por ejemplo, con 12 MP puedes imprimir hasta un tamaño
de 36.3 x 23.7 cm con una calidad excelente.
¿No te he convencido?
Ahhh, claro, a ti lo que te pasa es que recortas mucho la foto y claro,
empiezas a perder megapíxeles por ahí y luego no hay quien saque una ampliación
decente, ¿verdad? ¡Pues en ese caso puede que hasta 36 MP se te queden cortos!
Te preguntarás cuál es la solución, pues bien fácil. ¡No recortes tanto!
Para terminar…
¿Te he convencido? Aquí
tienes sólo algunos ejemplos, pero la “lección” de hoy no es que aprendas paso
a paso cómo solucionar estos ejemplos, sino que te quedes con el mensaje de que
las limitaciones con las que te encuentres eres capaz de superarlas siempre que
tú quieras. Piensa, imagina, crea, investiga, pregunta, cambia la forma de
mirar, prueba con un plan “B”, o “C” o incluso “D”, el diccionario tiene muchas
letras. Lo importante es que no te digas a ti mismo que no puedes, que no te
convenzas de que tu cámara te limita a la hora de mejorar tu fotografía y te
lances a gastarte el dinero en el modelo más caro del mercado esperando
despejar todos tus problemas, porque tal vez el problema lo tienes tú por creer
que no puedes. Y sí, sí puedes. Ahora sólo tienes que intentarlo, bueno, no,
mejor dicho… ahora sólo tienes que HACERLO Porque no puedes esperar a que tu cámara lo haga todo por ti,
eres tú el que ha de controlar la cámara y no la cámara la que te controle a
ti, es como a la hora de conducir, no puedes dejar que el coche te domine a ti,
eres tú el que ha de dominar el coche.
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